En tu vientre me llevaste
en tus brazos me meciste,
con cariño me criaste
¡y tantas cosas me diste!.
Me enseñaste a querer
me enseñaste a reír,
y a rezar las oraciones
antes de irme a dormir.
Fueron tal tus enseñanzas
que enumerar yo no puedo,
solo sé que como soy
tan sólo a ti te lo debo.
Fueron tantas cosas buenas
que de ti yo recibí,
que de lo malo que tengo
en la calle lo aprendí.
Pero, se te olvido enseñarme,
que también hay que sufrir,
que sufrimiento….madre,
el día que te perdí.
Isabel Álvarez Carrasco
Es entrañable guapa
ResponderEliminarIsa, muy bonita y tierna,las madres siempre están en nuestro pensamiento por mucho tiempo que pase.Un beso guapa.
ResponderEliminarPreciosa, una madre es lo más grande.
ResponderEliminarUn besazo