Pequeñita sentada,
yo estaba a tu vera,
mientras me cantabas
en las tardes aquellas
Estrella de los mares,
cuyos reflejos
en mis ojos de niña;
más, no recuerdo.
Hoy quiero recordar
como era la letra,
que también cantabas
en las tardes aquellas.
Me enseñaste a amar
y también a querer,
¡Y lo mejor de todo!
A tener mucha fe.
Han pasado los años
y mi fe en aumento.
Te rezo y te venero
con sentimiento.
Yo, quisiera recordar
como era la letra,
y poder cantarte
como ella lo hiciera.
Perdona señora
si te he fallado,
han pasado los años
y se me a olvidado.
ISABEL ÁLVAREZ CARRASCO