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domingo, 6 de febrero de 2011

REMORDIMIENTOS

Caminando por la vida
una madre va llorosa,
padeciendo por su hijo
igual que una dolorosa.

De caprichos fue colmado,
nada importaba el dinero,
y sin control se fue alejando
por senderos pendencieros.

Cayo su hijo en la droga
y cuando quiso asimilarlo,
fue tarde para salvarlo
de vida tan escabrosa.

Seria cosa del destino
que el hijo cruzo su suerte,
con la droga en el camino
hasta encontrar la muerte.

El sufrimiento la embarga,
la pena la vuelve loca,
su oración siempre se alarga,
su ruego no tiene forma.

Ella siente que fue cobardía,
no pensar con los pies en el suelo,
por mirar a otro lado en su día,
hoy su pena clamando va al cielo.

ISABEL ÁLVAREZ CARRASCO


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