Andrea tiene un paraguas,
también botas de gomas,
chubasquero y no se moja.
Corre, corre, salta, salta,
que Darío ya te alcanza,
corred, corred,
que detrás viene José.
Van saltando
por los charcos,
aunque en la ciudad
no hay barro.
A Andrea no la alcanzan,
porque tiene piernas largas,
ella lleva botas nuevas,
¡uy, que botas tan horteras!
¡Seguro, son de la abuela!
Isabel Álvarez Carrasco
Isa, me encanta las botas de Andrea,me trae recuerdos a Gloria Fuerte muy bonito poema,supongo que Andrea es tu nieta.Un beso grande.
ResponderEliminarJAJAJA, QUE GRACIA Y A MI QUE SOLO SE ME OCERREN COSAS TRISTES.
ResponderEliminarUN BESITO
jajajajaja así és Isabel, divertida como las botas de Andrea.
ResponderEliminarJajaja.....me encantan esas risas.
ResponderEliminarY sí MªCarmén, son los nombres de mis nietos,
el último no ha nacido.
Besotes.