Dicen estar estudiando
y se miran de reojo,
con ellos se dicen todo,
con ellos se están hablando.
Eros los está llamando
y se miran con anhelo,
se les ha iluminado el cielo
y a Eros van venerando.
A sus encantos dan rienda,
entre mirada y mirada,
del amor hacen baladas,
que a Eros sirven como ofrenda.
Yo, que los estoy observando,
veo esa juventud incipiente.
Son dos adolescente
que su amor van pregonando.
Ellos aún no saben
que el amor los ha llamado,
como el deber más sagrado
a las puertas del Edén.
Los hay que no comprenden
el porque de esos cuchichéos,
son un claro galanteo
del gran amor que desprenden.
Yo, los dejo estudiando,
entre comillas, se dice,
sí a ese amor no lo bendice,
quien los vea multiplicando.
ISABEL ÁLVAREZ CARRASCO
